Señor, señora no se deje confundir, en mi opinión, no existe tal cosa como un artículo “apto para personas con diabetes”, no me gusta ver esas leyendas, las encontramos en un sin número de productos, desde calcetines hasta leche, pasando por jabones, cremas, chocolates, mermeladas, galletas, panes, y la lista es casi interminable.
Puede resultar útil que se diseñe un producto pensando en reducir su contenido de carbohidratos, de grasa saturada, incrementar el contenido de fibra, enriquecerlo con vitaminas, minerales o que se fabrique de un material textil suave, sin costuras que lastimen, que permita la transpiración y que la presión del elástico no corte la circulación del pie haciendo que sea más cómodo y seguro… estas características representan un beneficio para… para… ¡prácticamente cualquier persona! Entonces, ¿por qué no comunicar estos beneficios en lugar de contribuir a crear confusión? Decir que un tipo de “lo que sea” es apto para personas con diabetes ¿quiere decir necesariamente que otro tipo de “lo que sea” no lo es? Creo que los consumidores tenemos derecho a exigir respeto a nuestra inteligencia y capacidad de discernir.
Por supuesto que he consumido algunos de estos productos, ¡claro!, algunos son deliciosos o muy cómodos, pero mi decisión no se basa en esa leyenda, insisto, tan absurda como decir esta botella de agua es “apta para personas con sed”. Mi decisión es en función de qué cantidad de carbohidratos contiene, con qué está endulzado, qué calidad de nutrimentos aporta, si es cómodo o no y desde luego, si me gusta o no me gusta y punto.
Muchas veces los productos etiquetados como “aptos para personas con diabetes” contienen la misma cantidad (o a veces más) carbohidratos que los… los… ¿cómo le llamo a algo que no tiene esa etiqueta? ¿solo porque tengo diabetes ya no puedo consumir nada que no venga del pasillo “especial” del supermercado? ¿no les parece ridículo?
Consumidor: si reconoces que no tienes información suficiente para tomar una decisión, puedes buscarla, solicitarla al fabricante e informarte. Es buena idea acudir a tu equipo de salud y a tu educador en diabetes para conocer su opinión, sus argumentos y así formarte tu propio criterio. No permitas que decidan por ti lo qué es “apto” o “no apto”, tu puedes tomar la decisión con fundamentos más sólidos que una leyenda.
Empresario: Gracias, en verdad, GRACIAS por pensar en diseñar productos que tengan menor cantidad de carbohidratos, que resulten opciones con mayor calidad nutrimental, o que permitan que transpiren los pies eso es muy útil para los altos, los chaparritos, los morenos y los güeritos y también para quienes tenemos diabetes. Nos ayudas más y mejor si te esfuerzas en comunicar con claridad la información veraz y completa sobre tu producto, así todos ganamos, ¿no te beneficiaría que tu mercado no se limite únicamente quienes tenemos algún tipo de diabetes?
Asociaciones de diabetes y de salud en general : ayúdenos a tomar decisiones informadas: avalando productos, en mi opinión, no nos ayudan, por el contrario, contribuyen a que dependamos de que una autoridad en el tema decida por nosotros, en lugar de ayudar a formarnos nuestro propio criterio para decidir. Sobre esta idea profundizaré en mi siguiente entrada.
Esta es mi opinión personal, ¿ustedes qué piensan?