la diabetes apesta

Es la realidad, no es divertido tener diabetes. Dudo mucho que exista una sola de las más de 300 millones de personas en el mundo que tienen algún tipo de diabetes que verdaderamente lo disfruten: ¡Yupi ya llegó la hora del monitoreo, me encanta picarme los dedos! ¡Vientos una inyección más y a comer, no sin antes contar los carbohidratos gramo por gramo, genial! y todo esto para hacer el trabajo del páncreas, -“tu tranquila célula beta reposa que yo lo hago por tí, al cabo que no tengo otra cosa más que hacer en la vida que ser suplente permanente de tu trabajo”-. Por supuesto que no, no es divertido, en una palabra: apesta.

No, la diabetes no es “mi amiga”, los amigos se eligen, yo no elegí tenerla. No, tampoco estoy en una batalla contra mi diabetes, sería desgastante porque es una batalla que tengo perdida desde el principio, no le puedo ganar a algo que no se sabe cómo vencer, así que declararle la guerra sería un desperdicio absoluto de energía y por lo tanto de glucosa y de insulina  y  ya no sigo porque ¿quién tendría que calcular todo eso para mantener la glucosa en rango? de nuevo: yo – qué martirio tan innecesario.  La diabetes es comoooo  mmmmm, ya sé, es como un mosquito o una mosca de estos que no  te dejan de !!$”·%·$&$·$!! y no hay manera, no se te despegan, y ojo tu eres una persona muy higiénica, ¡si te bañaste! no hay razón alguna para que una mosca te persiga y no te deje en paz, pero es una mosca que no se va a ir de tu lado ¿se imaginan qué molesto es eso? pues apenas y se le compara. Si aprendes bien cómo, poco a poco logras domesticar esta mosca para que, aunque inevitablemente te acompañen en el viaje, moleste lo menos posible. ¿Conocen a alguien que haya domesticado una mosca la lleve como su tierna mascota a todas partes? – bueno pues ¡así de difícil es!

Los espantamoscas

Muchos de nuestros seres queridos alrededor, harán todo lo que ellos consideren para ayudarnos , pero no siempre lo logran. Mantener a nuestra mosca distraída por nosotros, midiendo nuestra glucosa y decidiendo qué, cuánto y cuándo comer o  inyectarnos puede ser necesario, por ejemplo cuando somos muy pequeños como para hacer todo eso solos, pero la mosca es nuestra y de nadie más, finalmente tendremos que aprender a domesticarla nosotros solos, así que  ayudarnos a vivir con ella es lo mejor que pueden hacer por nosotros.

Y no faltará la lluvia de consejos sobre cómo domesticar moscas, de repente cuando mencionas que tienes una “mosca” todos alrededor se convierten en “el encantador de moscas” todos saben qué si y qué no tienes que darle de comer, y a qué hora, cómo le tienes que hablar, o hasta tienen recetas mágicas para hacer que la mosca se duerma, o que se esté quieta…. pero ¿ qué sabes tu de moscas si no tienes una?, incluso ¿qué sabes tu de MI mosca aunque tengas la tuya? nadie consigue espantar este tipo en particular de moscas, al menos hasta hoy nadie ha logrado espantar esta mosca por completo, mientras eso sucede no nos queda más remedio que aprender a domesticarla y por qué no estar al día de todos los nuevos artilugios que algunas buenas personas diseñan para que sea más fácil el camino de vivir con una mosca.

¿Cómo se logra domesticar la diabetes para que moleste lo menos posible?

No hay una receta única cada quien decide su estilo, aprender todo lo que puedas sobre diabetes, ayuda, pero no hay fórmulas mágicas. Cada quién es distinto,  algo que  puede resultar útil es toparse con otros aprendices domesticadores de moscas, digo otras personas con diabetes que pueden comprender de verdad lo difícil que resulta el arte de domesticar moscas, digo de contar carbohidratos, o de mantener la glucosa en rango mientras sencillamente tratas de seguir viviendo en paz sin que la mosca te zumbe en el oído, o se pose en la punta de tu nariz, ignorarla no es buena idea, aplastarla no es opción es inaplastable la muy canija, insisto declararle la guerra es un desperdicio de energía, glucosa, insulina…. mmm ¿recuerda quién hace ese trabajo? :  en mi opinión es mejor idea aprender todo lo que puedas, especialízate en domesticar a tu mosca, haz equipo con los expertos para dominar este arte y ciencia.

¿Qué sí se puede hacer?

Aprender todo sobre la ciencia, pero también sobre el arte de domesticar la diabetes. Para eso hay que comunicarse con los científicos pero también con los artistas. Platica con tus médicos y profesionales de la salud, pero también con tus amigos domesticadores. A mí me ha resultado aprender todo el tiempo, registrar los movimientos de mi mosca, digo hacer mi diario de registros con santo y seña y analizarlo, contar con el apoyo y experiencia de mi médico para hacerlo, pero también el apoyo y experiencia de mis amigos domesticadores.

¿Dónde encuentro amigos domesticadores?

Puede ser difícil encontrar gente tan altamente especializada, a quienes además les haya tocado vivir con una de estas moscas tan particulares. Yo tengo algunos  de estos amigos al alcance de un clic… y aunque es muy útil Internet para hacer ese vínculo, no hay como un buen encuentro presencial para fortalecer lazos y seguir aprendiendo… Esto está a punto de hacerse realidad muy pronto. Les seguiré contando.

*La imagen que ilustra este post fue publicada por Jim, the Photographer bajo una licencia Creative Commons de atribución.

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